CIBNOR
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S.C.

En entrevista para "Tiempo de Ciencia", el investigador adscrito al programa de Agricultura en Zonas Áridas del CIBNOR, Andrés Orduño Cruz, nos comparte su trabajo en los proyectos de investigación, manejo y búsqueda de recursos fitogenéticos en las zonas áridas del país.

Como es bien sabido, las plantas tienen muchísimos usos que varían desde la medicina hasta la alimentación y, hablando concretamente de la flora nativa, por lo menos el 80 porciento de esos usos se destinan a la alimentación. El término fitogenética puede ser intimidante a primera instancia, sin embargo, no es más que el estudio de las plantas hacia un fin cultivable; su manejo, características, usos y espacio dentro de la agricultura de nuestra península.

Actualmente en el noroeste mexicano, varios recursos fitogenéticos enfrentan amenazas causadas por factores como el cambio climático, el aumento de la población y la desertificación. Estos factores poco a poco afectan el recurso y lo van debilitando. El Dr. Andrés Orduño del CIBNOR Unidad Guerrero Negro, ha colaborado en varios proyectos de localización de la flora afectada dentro de la región, con el fin de estudiar su estado actual y su variabilidad, entre otros datos necesarios para su conservación.

"Estamos orientando nuestra investigación a determinar el estado de estos recursos, sus usos potenciales y tradicionales para eventualmente, llegar a la domesticación de estos recursos genéticos. Al mismo tiempo, estamos empleando esfuerzos al descubrimiento de nuevas especies. Las plantas de esta región son un tema de estudio muy interesante porque son especies muy peculiares; tienen comportamientos y características muy distintas a la flora de zonas con agua en abundancia, pues estas plantas han desarrollado una adaptabilidad impresionante a este medio tan árido y hostil." Afirma el Dr. Andrés Orduño Cruz.

Baja California Sur cuenta con un extenso inventario de plantas que han sido parte de la cultura sudcaliforniana por generaciones, con especies como el palo de arco, el quelite, el garambullo, la choya, la jojova, entre muchos otros. Tener investigadores dedicados a expandir aún más el conocimiento hacia el uso y cuidado de estos valiosos recursos es sin duda un privilegio excepcional y un aporte más al desarrollo de nuestra sociedad.

Fuente:Tiempo de ciencia

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