México es considerado un país megadiverso y una de las regiones del mundo con mayor diversidad cultural. Nuestro país es un gran legado para la humanidad, ya que la diversidad biológica y cultural, como cualidad emergente de la multiplicidad de la vida, constituye un elemento fundamental para el funcionamiento, estabilidad y resiliencia de los ecosistemas. En esta región de América, se encuentran también sistemas socio-ecológicos que han logrado permanecer a largo del tiempo con una gran capacidad de resiliencia ante los cambios globales. Sin embargo, el incremento del uso indiscriminado de los recursos naturales, el crecimiento de la población humana y el cambio climático, ejercen una presión sobre dichos socio-ecosistemas. La falta de planeación ambiental adecuada ha generado un cambio acelerado del uso de suelo, desencadenando procesos de erosión continental y costera, pérdida de la estructura y función de microbiomas, de las comunidades de flora y fauna, extinciones locales de especies, afectación de los servicios ambientales y pérdida de conocimiento tradicional. Dicha afectación incide, entre muchos otros aspectos, en la disminución de la calidad y cantidad de los mantos freáticos, en la modificación de los intervalos de distribución de especies, pérdida de cobertura vegetal, desertificación, introducción de enfermedades, pérdida de recursos alimenticios y germoplasma, así como del valor cultural del paisaje. Todo ello afecta la calidad de vida de los pobladores de la región. Aunado a esto, los procesos ecosistémicos y servicios ambientales son afectados por eventos climáticos que tienen repercusiones sobre las actividades productivas regionales y en la salud ambiental y humana.

En este contexto, el personal académico del Programa de Planeación Ambiental y Conservación (PLAYCO) realiza investigación interdisciplinaria, reconociendo la importancia de las interacciones entre los procesos físicos, químicos, biológicos y sociales que inciden en los socio-ecosistemas. Para entender los procesos que impactan o regulan la dinámica de los ecosistemas, se realizan estudios de campo y experimentales y se aplican herramientas a escala de paisaje como análisis espaciales y sistemas de información geográfica. Debido a la amenaza a la biodiversidad del país y a sus sistemas socio-ecológicos tradicionales; el personal académico del Programa ha realizado históricamente un fuerte trabajo para su conservación, particularmente con la colaboración para la declaratoria y manejo de Áreas Naturales Protegidas, caracterizándolas como Parques Nacionales, Reservas de la Biosfera, y Áreas de protección de flora y fauna, ecosistemas desérticos, humedales, islas, oasis, bosques y sistemas socio-ecológicos tradicionales. Asimismo, se participa en el diseño y recomendaciones de políticas públicas, como planes de desarrollo estatales, planes de ordenamiento ecológico territorial, consejos asesores de áreas naturales protegidas y organizaciones de la sociedad civil. Un esfuerzo importante de investigación ha sido estudiar especies de flora y fauna prioritarias por ser endémicas o ecológicamente importantes o porque se encuentran en alguna categoría de riesgo en las listas de la Norma Oficial Mexicana 059, o por tener importancia para las sociedades locales. El propósito identificado por el Programa es contribuir en mantener la integridad funcional de los socio-ecosistemas, conservar la biodiversidad y la salud ambiental que permitan fortalecer la resiliencia de los sistemas naturales y sociales.

En el Programa Académico de Planeación Ambiental y Conservación, se plantea como meta impulsar el desarrollo integral y sustentable e incrementar la resiliencia ecológica y social del país, y particularmente del Noroeste, mediante la generación y divulgación de conocimiento científico y propuestas de política pública que permitan conservar la biodiversidad, la salud ambiental y los servicios ecosistémicos, ampliar el abanico de posibilidades económicas para las sociedades locales, garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar humano.

El trabajo de investigación que ha realizado el personal académico del Programa responde a las necesidades planteadas en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, en el eje general Desarrollo Económico y particularmente en el eje transversal III Territorio y Desarrollo Sostenible, y en el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2024, toda vez que el quehacer científico ha estado enfocado a garantizar la sostenibilidad ambiental de los ecosistemas y las cuencas de esta región de México, así como fortalecer la resiliencia ambiental y de los sistemas socio-ecológicos referidos.

El Programa Académico de Planeación Ambiental y Conservación contribuye con acciones para lograr “El bienestar general de la población”, el cual es un principio rector del PND 2019-2024. La Economía para el bienestar no se logrará sin la participación de todos los actores contribuyendo a mejorar la economía y con ello el bienestar de toda la población, mediante la solución de problemas prioritarios en temas como el agua, soberanía alimentaria, problemas socio-ecológicos, entre otros.

Asimismo los resultados de nuestras investigaciones responden a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, particularmente los objetivos 3 (Contribuir al derecho de la salud y el bienestar), 4 (Colaborar en la impartición de educación de calidad), 6 (Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos), 13 (Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos), 14 (Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible) y 15 (Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad), compromisos avalados por el actual gobierno de la República.

El Programa de Planeación Ambiental y Conservación tiene como visión: Posicionar al CIBNOR en la región y a nivel nacional e internacional, como fuente generadora de información científica y tecnológica calificada, así como de las recomendaciones requeridas por los tomadores de decisiones a nivel municipal, estatal y federal, para prevenir, mitigar o reparar la afectación de la integridad funcional de los ecosistemas.