Crean sensores híbridos contra fugas y
tomas clandestinas de hidrocarburos
- Es un
sistema innovador, ya que detecta parámetros de vibración y temperatura al
mismo tiempo, señala el doctor Alfredo Márquez Lucero, del Centro de
Investigaciones en Materiales Avanzados (CIMAV).
- Esta
tecnología funciona también para detectar intrusos y puede aplicarse en
sitios de gran extensión que requieren mantener seguridad permanente, como
aeropuertos, cárceles, estaciones militares o zonas estratégicas.
Por Maru
Molina
México D.F., a 6 de agosto
de 2014 (Agencia Informativa CONACYT).- Con el objetivo de detectar fugas y tomas
clandestinas en los ductos que transportan hidrocarburos investigadores del Centro de Investigación en Materiales
Avanzados (Cimav) desarrollaron sensores híbridos de fibra óptica capaces de
medir vibración y temperatura. Es un sistema innovador y único en el mundo.
Cabe
mencionar que existen algunos sensores para medir vibración y otros para
detectar temperatura, pero este sensor es el primero que mide ambos parámetros
simultáneamente, es por eso que se le denomina híbrido.
La
misma tecnología funciona para detectar intrusos y puede aplicarse en sitios de
gran extensión que requieren mantener seguridad permanente. Puede ser instalada
en aeropuertos, cárceles, estaciones militares o zonas estratégicas.
El
doctor Alfredo Márquez Lucero es el líder de este desarrollo que se lleva a
cabo en el CIMAV. La tecnología se realizó por solicitud de Petróleos
Mexicanos, Pemex, y forma parte del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de
Energía-Hidrocarburos.
Como
se sabe, los poliductos de Pemex están enterrados y las personas que roban
hidrocarburos excavan hasta encontrarlos. Posteriormente, les sueldan una
boquilla, después los perforan, y finalmente, extraen el producto.
Cuando
cavan la tierra, provocan una primera vibración, la segunda se lleva a cabo en
el momento de soldar la boquilla y una tercera se realiza cuando perforan el
ducto con un taladro. Con este tipo de tecnología se puede detectar la vibración
desde el momento en que se inicia la perforación. Como se había mencionado,
estos sensores de fibra óptica, además de medir la vibración, también pueden
detectan los cambios de temperatura.
Para
que los hidrocarburos sean transportados más rápido por los ductos, cambian su
temperatura y ésta es distinta a la del medio ambiente. Por ejemplo, los
hidrocarburos líquidos son puestos un poco más calientes para que la viscosidad
baje y circulen fácilmente; los gases, por el contrario, son enfriados para que
pasen a su conformación líquida y puedan bombearlos mejor. Cuando hay fuga de
gas, el ambiente cercano llega hasta 20 grados bajo cero.
Otra
forma de alterar la temperatura de los ductos ocurre en el momento en que
intentan robar, debido a la soldadura que emplean para colocar una boquilla.
Por esa razón, si hay una fuga, natural o provocada, se presentará un cambio en
el medio ambiente y, ya sea que se enfríe, o que se caliente, los sensores
detectan exactamente la sección donde se presenta el incidente.
Los
sensores de fibra óptica se encuentran afuera del ducto, colocados a 50
centímetros de distancia. La fibra óptica es un medio de transmisión, en este
caso de luz, y es tan delgada como el cabello humano. Los investigadores del CIMAV
colocan la fibra en un sensor (físicamente es un cable) de tres capas y, por la
parte central, pasa la luz.
Debido
a que estos sensores pueden medir vibración y temperatura al mismo tiempo, es
el primer sistema híbrido desarrollado a nivel mundial y tiene ventajas de instalación,
mantenimiento y reparación. Existen otros que sólo miden uno u otro factor.
Gracias a los resultados está en trámite la patente internacional.
Para
comprobar su efectividad, se realizaron dos simulacros con personal y equipo de
Pemex, colaboraron los ingenieros Roberto Garelli Poce y Carlos Manzano. El
segundo simulacro se llevó a cabo en dos kilómetros de un área controlada y
cerrada del municipio de Apodaca, ubicado en Monterrey, Nuevo León. Los
resultados demostraron que el sistema es sensible y puede detectar una toma
clandestina desde sus inicios, y así ofrecer tiempo suficiente para que las
autoridades competentes actúen, porque excavar y perforar el poliducto lleva
alrededor de hora y media.
Además,
se comprobó el envío de señales para informar, en tiempo real, al personal de
la torre de Pemex, ubicado en el D. F. Cada 50 kilómetros hay un monitor y sus
mediciones son continuas a lo largo de toda la fibra óptica, esto asegura una
manera efectiva de vigilancia.
El
doctor Alfredo Márquez Lucero se ha especializado en el desarrollo de sensores.
Lleva más de 20 años investigando acerca del tema y sus trabajos le han
merecido 500 citas en textos científicos a nivel internacional. Pertenece al
Sistema Nacional de Investigadores, nivel III. El desarrollo ya se concluyó, y
está por iniciar la etapa de comercialización o transferencia tecnológica.